La rabia es una enfermedad infecciosa del cerebro y de la médula espinal (encefalomielitis) producida por el virus de la rabia.
Es una zoonosis (enfermedad propia de los animales que en ocasiones se transmite a personas) de extensión mundial, aunque los reservorios naturales son los carnivoros y varias especies de murciélagos, en casi todas las infecciones humanas el perro es la fuente.
La infección humana aparece tras una mordedura y tras arañazos que atraviesen la piel o al entrar la saliva del animal en contacto con la mucosa o con heridas abiertas.
Los viajeros a zonas de riesgo de rabia, especialmente si son niños, deben poner atención para evitar las mordeduras de animales (perros, monos) y no coger murciélagos si se adentra en alguna cueva.
Todas las personas expuestas o en contacto con animales como veterinarios o que trabajen con animales.
Las vacunas son efectivas tanto en preexposición (antes de contactar con el virus) como en posexposición (después del contacto). También es importante el lavado precoz y prolongado de las heridas sospechosas con abundante agua y jabón.
Para los viajeros internacionales es recomendable la vacunación si estarán en contacto con animales.